Silencio, respiración… y la verdad de que tú molas mucho

Cierra los ojos un instante. Respira profundo: inhala en 4, retén en 2, exhala en 6. Hazlo tres veces.

Ahora escucha: tú molas mucho.

No porque seas perfecta. No porque cumplas con todo. Molas porque eres única, irrepetible, auténtica.

Cuando integras este mantra, ocurre algo profundo: tu cuerpo lo cree, tu mente lo asimila y tu alma lo recuerda. Es un acto de amor propio radical, capaz de romper cadenas de autoexigencia y sanar la herida de insuficiencia que la sociedad nos impuso.

Tú molas mucho: el espejo que revela tu valor

El espejo no miente, pero a veces calla. Te devuelve arrugas, marcas o sombras… y tú crees que eso es todo.

Hoy mírate distinto:

• Mira el brillo de tus pupilas.

• Mira las líneas que cuentan historias de resistencia.

• Mira la curva de tu boca, incluso cuando se resiste a sonreír.

Ese rostro no es un error. Es tu mapa emocional, igual que tu columna guarda memorias invisibles 

Si el espejo hablara, te diría: «Eres incansable, sensible, poderosa. Baja la armadura. Tu piel merece vida».

Luz y sombra: la danza que te hace única 

No pretendo endulzar la realidad. Molas mucho, sí, pero tu luz convive con sombras: miedo, ansiedad, tristeza, cansancio de sostenerlo todo.

La vida no es lineal. Las montañas duelen al subirlas, pero regalan vistas que solo los valientes merecen.

La sombra no te quita valor. Al contrario: sin noche no hay amanecer, sin heridas no hay cicatrices que cuenten milagros.

El cuerpo: tu testigo sagrado

Tu cuerpo acumula más verdad que cualquier libro:

• Hombros cansados de sostener demasiado.

• Mandíbula rígida de callar lo que dolía.

• Plexo solar encogido por el síndrome de impostora.

• Lumbares cargadas de responsabilidades ajenas.

En Técnica Estructural trabajamos desde ahí: liberando la memoria atrapada bajo la piel, desbloqueando lo que callaste, devolviendo espacio a tu alma.

Historia real: el día que Marta soltó el mundo

Marta era madre, hija, emprendedora, amiga… todo a la vez. Sobre la camilla, su espalda era un muro.

Al tocar su zona dorsal, brotaron lágrimas contenidas durante años. No eran de debilidad: eran un río rompiendo la presa.

Cuando pudo hablar, dijo: «Creí que sin hacer todo esto, nadie me querría».

La respuesta fue simple: «Tú molas mucho incluso cuando no haces nada».

Ese día, Marta eligió dejar de salvar al mundo. Su dolor crónico se redujo un 80 %. Su espejo ahora le devuelve a una mujer humana, no a un robot.

Desprogramar la insuficiencia

El sistema te programó con un software agotador: «Rinde más, haz más, sé más». Hoy toca desinstalarlo:

Día sabático interior: agenda mínima, escucha máxima.
Respiración consciente: cada inhalación es prueba de que mereces estar aquí.
Ritual del espejo: mírate 30 segundos y repite: «Molamos mucho, tú y yo».
La palabra basta: basta de compararte, basta de autosabotaje, basta de posponer tu gozo.

Carta a tu yo exigente (ejercicio práctico)

1. Enciende una vela blanca.

2. Escribe: «Querida Yo que nunca descansa…».

3. Nómbrale 3 momentos recientes donde fuiste dura contigo.

4. Dale las gracias: intentaba protegerte.

5. Cierra con: «Hoy elijo sostenerme con amor. Yo molo mucho, aquí y ahora».

6. Quema la carta o guárdala como promesa.

Hazlo cada luna nueva. Verás cómo tu exigencia se suaviza.

Mantras de poder para recordar que tú molas mucho

• «No vine a ser impecable. Vine a ser infinita».

• «Mi esencia no se negocia».

• «Mi descanso es revolucionario».

• «Yo molo mucho, incluso en versión borrador».

Ponlos en tu móvil, espejo o agenda. Haz de ellos tu ancla diaria.

Acción: convierte la teoría en épica cotidiana

• 24 h de descanso sin justificarte.

• Baila tres canciones mirando al techo.

• Ayuda solo cuando sientas gozo, no obligación.

La épica se construye con pequeños gestos repetidos.

Conclusión: alma exquisita, vuelve a casa porque tú molas mucho.

Tú molas mucho. No por lo que logras, sino por lo que eres.

Gracias por no rendirte.
Gracias por seguir aquí.
Gracias por ser lo que eres… aunque el mundo aún no sepa cómo nombrarte.

Extiende el viaje

Escucha de nuevo el episodio 15 de Almas Exquisitas y deja que la respiración audible te acompañe: https://open.spotify.com/show/7I64Si37CgBcwoM8YnHi69

Únete a la newsletter Alquimia del Alma

Reserva tu sesión de Técnica Estructural y permite que tu cuerpo suelte la coraza del perfeccionismo: https://eterniabienestar.com